El Valencia avisó al resto de sus intenciones. Los de Emery se reafirmaron en el campeonato contra el Villarreal después de una eliminación copera que dejó secuelas y dudas en el ambiente. El Valencia se encargó de fulminarlas jugando al fútbol y arrollando a un Villarreal que no respondió en Mestalla. Villa y Silva estuvieron por encima del resto y al equipo de Valverde sólo le quedó rezar. Sus plegarias se las cargaron dos futbolistas superiores y diferentes.
Villa y Silva estuvieron prodigiosos. El '7' marcó la mitad de los goles y el canario dio dos, marcó uno y destapó el tarro de las esencias
Todo es más fácil con Villa y Silva. El Valencia contaba con ventaja. En su equipo contaban con una luz en campo contrario, brillo que salía de las botas de Silva. El canario estuvo superlativo. Dio dos goles, marcó uno y guió el fútbol del Valencia, que es otro con el de Arguineguín en el campo. Villa respondió, no es noticia. El '7' del Valencia y de España siempre fue una amenaza, ratificada con sus dos goles y su hambre por superarse. Mestalla puede dar gracias al cielo.
El Valencia fue el dueño y señor de un encuentro en el que no compareció el Villarreal, que prolongó su resaca copera en la capital del Turia. El control fue valencianista, sin discusión, y de eso también se encargó Ever Banega, recuperado para la causa, como Joaquín, por obra y gracia de Emery. La pausa del argentino la necesita un equipo que se adelantó en el 6' gracias al ex de Boca, que hasta se aplica en tareas defensivas y se deja ver por sorpresa en las inmediaciones enemigas. Él abrió el marcador.
Silva recibió dentro del área y cedió a la frontal, donde apareció Banega, que no estaba solo. El centrocampista contaba con un latigo que dejó huella en Diego López. Su derechazo fue inapelable. El Valencia no lo dudó un instante y se fue a por el cuello del Villarreal. La herida no fue mayor por Diego López, pero mantener el candado intacto era imposible en Mestalla.
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