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viernes, 22 de enero de 2010

COPA DEPOR 2-2 VALENCIA


Deportivo y Valencia honraron a la Copa del Rey con un partidazo, con veinte minutos finales vibrantes, de área a área, en el que los de Lotina se ganaron su pase a los cuartos de final. Bien pudo hacerlo el Valencia, que se puso 0-2 y llegó con esa ventaja al descanso, pero fue víctima de su relajación y del poderío de Filipe Luis, que levantó al Deportivo con una actuación portentosa. Con el partido igualado, el Deportivo pudo hacer el 3-2 varias veces. En los últimos cinco minutos, quien estuvo cerca del tercero fue el Valencia, pero Silva y Mathieu no acertaron en boca de gol.

La entrada de Zigic y el Chori Domínguez en el equipo inicial le salió bien a Emer.
El partido dio tantas vueltas que dio tiempo para tener mil sensaciones. En el primer tiempo, el Valencia se sintió muy cómodo, y eso que Emery no sacó a Villa ni Joaquín. En su lugar entraron Zigic y el Chori Domínguez, que estuvieron a un fantástico nivel el primero y bastante bien el segundo. El Valencia comenzó dominador, con Silva y Domínguez juntándose bien entre líneas y haciendo daño. El Deportivo acusaba las bajas y el temor a perder su ventaja. El buen arranque valencianista tuvo sus frutos cuando a los diez minutos Zigic cabeceó un centro desde la derecha de Miguel, que había recibido del Chori. El balón se le escurrió en las manos a Manu, que quiso atraparlo.

Con la mitad del trabajo hecho, el Valencia se tranquilizó. Ya sólo le hacía falta un gol y había un mundo por delante para conseguirlo frente a un rival nervioso, que no encontraba la fórmula. Algunos centros desde las alas de Filipe Luis y Juan Rodríguez que provocaban córners, pero nada más. El brasileño jugó como interior en lugar de como lateral y creó todo tipo de problemas. En ocasiones jugó muy por dentro, casi de mediapunta, y no supieron detectarle. Antes de que todo eso ocurriera, Zigic hizo el segundo, tras otro centro de Miguel, esta vez a pierna cambiada. En el segundo palo, el serbio cabeceó de forma impecable, con mucha fuerza.

Parecía la puntilla para un Deportivo deprimido, que no había inquietado a Moyá más que un tiro lejano de Antonio Tomás. Nadie contaba con la explosión de Filipe Luis, que a los cuatro minutos del segundo acto se encontró con un balón en la frontal, le hizo un nudo a Marchena y batió con la puntera a Moyá. Poco después, el propio lateral (o interior) brasileño volvió a irse como quiso de Marchena dentro del área y falló ante Moyá. En cinco minutos, Filipe Luis había agitado a todos, a los dos equipos y a la hinchada, y había cambiado el partido.

Los últimos veinte minutos fueron los mejores del partido, con los dos equipos rozando el gol.
El partido iba en ese momento a la prórroga, pero quedaba demasiado como para pensar en eso. El Valencia se asustó y vio por primera vez en muchos minutos que podía ser eliminado. En un rato de desconcierto, Luis Filipe se encontró con un balón en la línea de fondo, se fue hacia la portería de Moyá y su centro lo metió Juan Rodríguez con el estómago. El Deportivo había levantado el partido.

El rato que restaba para el final, veinte minutos más la prolongación, fue lo mejor del choque. El Valencia buscando el tanto que necesitaba y el Deportivo batallando y contraatacando como lo que es, un equipo súper trabajado. Filipe Luis tuvo dos, una a puerta vacía y otra delante de Moyá, pero mantuvo con vida al Valencia. Emery metió a Banega y finalmente a Villa. No había más madera que quemar, porque antes había entrado Joaquín en lugar de Domínguez. La tuvo Silva en el área pequeña, pero no acertó a rematar. La última la mandó Mathieu fuera, dentro del área. Después de 94 minutos frenéticos, Riazor respiró.

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