EL VALENCIA PUDO SACAR 3 PUNTOS

El Valencia no fue capaz de pasar de un triste empate ante un rival inferior como el Slavia de Praga. Los checos se adelantaron en el marcador y Emery tuvo que recurrir a Mata y Villa en la segunda parte. Con el 'Guaje' en el campo ganaron en peligro y lograron el empate. Sin embargo el asturiano se autoexpulsó cuando llevaba 23 minutos en el campo al agredir a un rival.

Hlousek fue un auténtico estilete por la banda y le ganó el duelo a Miguel casi siempre

El partido estuvo muy lejos de lo que se esperaba. En teoría debía ser un trámite en el que el Valencia sumase tres puntos sin tener que echar mano de sus pesos pesados. Sin embargo la cosa se complicó. El Slavia de Praga se presentó más combativo de lo previsto y el plan se le torció a Emery.

Los checos se adelantaron en la primera parte aprovechando la velocidad de Hlousek. El extremo checo le ganó la partida la mayoría de las veces a Miguel y en una de esas fabricó el tanto del Slavia. Tras superar en cuerpo y rapidez al portugués le tiró un pase de la muerte a Naumov para que lo transformara en el primer tanto del partido. Después de los aplausos ante el Barça, los pitos volvieron a Mestalla.

Con el tanto en contra el partido se le puso feo al Valencia. Los locales dejaron de tener el control del balón y el partido entró en una dinámica de intercambio de golpes en la que el Valencia tenía más que perder.

Ante la falta de acierto de Zigic, Emery se vio obligado a echar mano de la artillería.

Como Zigic no estaba muy acertado, Emery optó por sacar a Mata en el descanso. La cosa mejoró, pero no lo suficiente para superar a un Slavia que no sólo se mostraba bien plantado en defensa, sino peligroso a la contra. Ante tal panorama sacó a su estilete, Villa entró en juego.

Con el asturiano en el campo se vieron los mejores minutos del Valencia. Los locales lograron empatar el partido cuando David Navarro cabeceó en el segundo palo un saque de esquina. Lamentablemente, cuando mejor estaba el equipo ché, el 'Guaje' perdió los papeles. Fue objeto de una falta clarísima en la frontal del área y respondió al defensa propinándole una patada en su parte más vulnerable. Una acción indigna de un jugador de su categoría.

Con diez en cada equipo, Ragued vio la segunda amarilla, ninguno de los dos equipos quiso arriesgar demasiado. Pablo pudo darle la victoria a los suyos, pero mandó al poste un saque de falta. Al final, reparto de puntos que deja mejor sabor de boca a los checos, quienes no habían conseguido sumar ninguno hasta su visita a Mestalla.