OTROS 2 PUNTOS QUE SE ESCAPAN

Afrontar un duelo de esta trascendencia con un ataque de ansiedad no suele ser la mejor medicina. Valencia y Atlético están empeñados desde hace tiempo en agigantar sus problemas y empequeñecer sus virtudes.

Los partidos, que suelen ser escurridizos y caprichosos, te ponen a prueba una y otra vez, y en ésta los colchoneros salieron mejor parados, porque respondieron con gallardía a los dos tantos locales cuando lo que dictaba la lógica y el viento era una goleada valencianista.

Salió mejor el Atlético y pronto encontró su justo premio. Buena jugada de Jurado, que cede de tacón a Forlán para que el uruguayo encuentre desmarcado a Agüero dentro del área. El resto fue coser y cantar para el yerno de dios. El tanto viene precedido de un fallo en cadena de la zaga ché, que repetió 'pajará' en el postero gol del empate.

Rosario de ocasiones.

Toda vez que había mucha más calidad en las delanteras de ambos equipos que en las respectivas zagas, las ocasiones se sucedieron a buen ritmo, sobre todo durante la primera media hora.

El rosario de oportunidades basculaba de un área a otra con cierta equidad hasta que Agüero marró lo que un 'crack' como él no puede marrar

Silva desperdició un buen pase entre líneas de Bruno con un disparo alto y Mata se topó con Roberto, bastante bien en líneas generales, tras recortar a Valera y chutar a bocajarro.

El rosario de oportunidades basculaba de un área a otra con cierta equidad hasta que Agüero marró lo que un 'crack' como él no puede marrar. Fallo de Alexis en el centro del campo y el Kun que corre solo hasta plantarse frente a Moyá, pero su remate raso y cruzado no ve puerta. Pecado y penitencia.

Siempre Villa.

Porque el Valencia dio la vuelta a la tortilla en poco más de un minuto. Centro de Banega y juegos malabares de Pablo Hernández para volver loco a Antonio López y firmar las tablas. El segundo nació de las botas de Silva y llevó el sello de Villa, que ha comenzado la campaña viendo la portería más ancha que un puente de Calatrava.

Centro de Banega y juegos malabares de Pablo Hernández para volver loco a Antonio López y firmar las tablas

El Atlético, huelga decir, encajó mal el golpe, pero no perdió la compostura. La sangría de ocasiones pasó a mejor vida, pero no faltaban los sustos en ambas áreas.

El encuentro siguió por los mismos derroteros tras el descanso y de nuevo Villa pudo poner tierra de por medio en el marcador si ve puerta en un remate de tacón que levantó la admiración de Mestalla.

Avalancha atlética.
Silva, con una volea que Roberto despejó con apuros, quemó la última traca valencianista antes de que arribase la reacción visitante, aunque otra vez Villa, quién si no, pudo dejar los tres puntos en casa si supera al cancerbero rojiblanco con un remate de primeras tras un buen centro de Pablo Hernández cuando la avalancha atlética era un hecho.
Un inocente centro de Antonio López acabó en los pies de Maxi merced al pésimo despeje de Alexis

Cléber, Agüero, Maxi y Forlán llevaron los nervios y la crispación al graderío de Mestalla, que se veía venir la tragedia en forma de tanto del empate.

Dicho y hecho, porque un inocente centro de Antonio López acabó en los pies de Maxi merced al pésimo despeje de Alexis, que peinó de cabeza despistando a toda la zaga ché y regalando, de paso, el tanto del empate al argentino.

Tragedia consumada y pitos en Valencia. Emery que quema otra vida y Abel que sale reforzado por la imagen del equipo pese a sumar un escaso punto que apenas le alcanza para salir provisionalmente de los puestos de descenso. En una semana, los nervios se trasladan al Calderón. Que Dios nos coja confesados.